Granada; una de las ciudades más bellas del mundo, con un elenco de monumentos y rincones inimaginable, muchos de ellos declarados Patrimonio de la Humanidad, se está convirtiendo con el paso de los años en una ciudad cateta, inaccesible para los granadinos y en donde el tejido comercial y por tanto ¡la vida! desaparece poco a poco.
Decisiones políticas, cambios generacionales o sencillamente nuevos hábitos en los granadinos son los causantes.
En este blog analizaré desde mi perspectiva de granadino cercano a la cuarentena cuáles han sido las claves para que todo esto (y mucho más) esté sucediendo.
Querido lector; puedes estar de acuerdo o no en lo que escribo pero la realidad no es otra que la que hay.
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